-HISTORIA-
Te contamos la evolución de una de las heladerías con mas trayectoria de capital
En el barrio Villa del Parque un 28 de mayo de 1939 daba comienzo lo que pronto se convertiría en un legado familiar y una de las heladerías artesanales más reconocidas de Buenos Aires. Diana Docampo, fundadora de Heladería Storni, comenzó a fabricar y a vender sus helados artesanos junto a sus hijos tras enviudar. El nombre Storni se dio en honor, tras su muerte, a la gran poetisa Alfonsina Storni, de quien Diana era gran admiradora.
Heladería Storni forma parte de la tradición porteña y bonaerense, habiéndose convertido con el paso de los años en una de las heladerías artesanales de referencia en capital y el gran Buenos Aires. También en la fábrica de helados de confianza para muchos negocios como cafeterías, hoteles y restaurantes o catering de eventos.
Quién iba a decirle a esta heladera, que 82 años después sus heladerías artesanales seguirían dando a los porteños y bonaerenses su momento gourmet y no solo en Villa del Parque, sino también en los mejores restaurantes y heladerías de la ciudad y el gran Buenos Aires.
La historia de las heladerías artesanales de Heladería Storni comenzó cuando Diana enviudo a mediados de 1938 y se encontraba sin ocupación a cargo de sus tres hijos menores. Meses más tarde comenzó a vender helados desde su hogar junto con la ayuda y apoyo de sus hijos. Contaba con la receta de su padre, Simón, quien fue heladero durante muchos años, y tras una serie de modificaciones fue dando inicio a lo que sería la receta al día de hoy. Como siempre basándose en la calidad, tomando materia prima natural.
Tras el éxito de sus helados pudo reunir el dinero suficiente para alquilar un fondo de comercio y comenzar a ampliar su negocio. Así fue como comenzó a formar parte de la cultura porteña. Y finalmente, con el pasar de los años, fue dueña de su primer heladería, la cual se sigue manteniendo en pie y es actualmente nuestra sede central y fábrica.
Hoy en día, la tercera generación de Heladería Storni ha introducido en estas heladerías artesanales una serie de mejoras en los parámetros de calidad y estandarización de los procesos de elaboración, que se complementan a los valores tradicionales de la marca. Todo ello, con la finalidad de ofrecer al consumidor un helado de máxima calidad a través de su fábrica de helados donde se elaboran los productos heladeros siguiendo rigurosamente las recetas tradicionales que tan populares han hecho a estas heladerías artesanales en Buenos Aires.